Jacobo es un eficiente, aunque olvidadizo, trabajador del “Ministerio de Niños Valientes”, un edificio muy singular que tiene la cualidad de empequeñecerse o agrandarse cuando se trata de ser transportado a espacios escénicos los días de “jornadas abiertas”, (que son los días en los que los funcionarios como Jacobo, se lo enseñan a los niños y a las niñas que vienen a vernos al teatro).
Como Jacobo es muy olvidadizo, no se acuerda de que hoy ha quedado con l@s pequeñ@s valientes que van a conocer los divertidísimos y trepidantes trabajos sobre igualdad de género que llevan a cabo l@s funcionari@s del Ministerio.
Afortunadamente tiene a sus compañeros, Cernícalo y Cacatua, (dos aves muy eficientes que trabajan también en el Ministerio), para ayudar a Jacobo a enseñar a l@s pequeñ@s valientes, que no hay juegos ni colores de niños o niñas, sino de personas; que las princesas no necesitan ser rescatadas; o que lo importante es ser compañeros, leer, aprender y ser uno mismo…