La acción se sitúa en los barrios populares madrileños, durante la festividad de la Virgen de La Paloma. En una calle donde hay una botica y una taberna, Don Hilarión (el boticario), y Don Sebastián están sentados apaciblemente a la puerta de la tienda de este, mientras Julián, cajista de imprenta, sentado en la taberna de enfrente, no comparte este espíritu y comenta ante la «señá» (señora) Rita, que es debido a que sospecha que Susana le ha dicho que no va a ir a la verbena, con el pretexto de poder salir a solas con algún amante, lo que le da pie a tramar una venganza contra ella.
Y efectivamente sus sospechas son ciertas, pues Susana y su hermana Casta, dos jóvenes trabajadoras de un comercio de la zona, aceptan los galanteos de un maduro boticario, don Hilarión movidas por los pocos escrúpulos de su prima, Antonia, que “las mata callando”
La acción se sitúa en los barrios populares madrileños, durante la festividad de la Virgen de La Paloma. En una calle donde hay una botica y una taberna, Don Hilarión (el boticario), y Don Sebastián están sentados apaciblemente a la puerta de la tienda de este, mientras Julián, cajista de imprenta, sentado en la taberna de enfrente, no comparte este espíritu y comenta ante la «señá» (señora) Rita, que es debido a que sospecha que Susana le ha dicho que no va a ir a la verbena, con el pretexto de poder salir a solas con algún amante, lo que le da pie a tramar una venganza contra ella.
Y efectivamente sus sospechas son ciertas, pues Susana y su hermana Casta, dos jóvenes trabajadoras de un comercio de la zona, aceptan los galanteos de un maduro boticario, don Hilarión movidas por los pocos escrúpulos de su prima, Antonia, que “las mata callando”.